Actualmente América Latina sufre los embates del fenómeno “El Niño”, mientras unos países atraviesan un período de sequía extrema, otros simplemente sufren por exceso de lluvias torrenciales. Aunado a esto, el cambió climático acentúa aún más los efectos de este fenómeno de carácter cíclico, llegando a afectar, a cada uno de los países a muchos niveles, entre ellos el energético.
Las nuevas construcciones que se diseñan o se edifican deben ser adaptadas a la realidad mundial, donde el planeta está exigiendo protección. El daño que se le está haciendo a la casa de todos no es falso, el cambio climático es totalmente notable y es lamentable que no se tomen acciones para ayudar a disminuir la aceleración de estos cambios. La responsabilidad no es solo del gobierno, es hora de dejar de ver a los entes gubernamentales como el genio de la lámpara que debe llegar a resolver los problemas nacionales e internacionales.
La optimización de los consumos energéticos no es más que garantizar el uso adecuado de los recursos energéticos, de manera que por un consumo menor al acostumbrado, se garantice la misma calidad en el servicio. Una manera sencilla de explicar esto, es imaginarnos que disminuimos el consumo energético mensual en nuestras viviendas sin afectar las costumbres o calidad de vida que llevamos en nuestro hogar. Para lograr tal disminución sobre el consumo mensual, los fabricantes de equipos de toda índole han mantenido una evolución constante en sus tecnologías, desde equipos de la línea blanca doméstica, hasta grandes motores o maquinas industriales, todos luchando por ser el más eficiente en el mercado.
Cuando comenzamos a tocar las puertas de las constructoras en Venezuela para ofrecer nuestros servicios, nos dimos cuenta que la gran mayoría de los profesionales encargados de los diseños, y dirección de obras no tenían claro de lo que es la Domótica, Inmótica, Urbótica y mucho menos la certificación energética y medioambiental LEED. Es por ello que nos planteamos seriamente aportar nuestro grano de arena en lo que debe ser la formación de los distintos profesionales relacionados al mundo de la construcción; comenzamos dictando cursos puntuales, y al darnos a conocer por medio de estos, empezamos a recibir invitaciones a congresos, simposios y encuentros.
Cualquier empresa que trabaje en el ámbito de desarrollo se ha enfrentado en algún momento con la elaboración de un proyecto. El primer encuentro con este campo de aplicación suele ser complicado para quienes no cuentan con suficiente experiencia, pero es necesario tomar en cuenta que en nuestra vida diaria proyectamos muchas cosas intuitivamente y de forma permanente.
La seguridad para nosotros, los seres humanos, es una necesidad que siempre ha estado en nuestro interior. Hace unos cuantos años, hablar de seguridad significaba hablar de tener un vigilante a la entrada de nuestras viviendas o trabajos que permitieran el paso sólo de personas autorizadas, de hacer recorridos cada cierto tiempo por las instalaciones para ver que todo estuviera en orden. Pero lo cierto es que poco a poco fueron apareciendo sistemas electrónicos como CCTV en los que se cubría de cierta forma esta necesidad de seguridad hacia nosotros y nuestros bienes, y por un buen tiempo los sistemas de CCTV predominaron el mercado.
La certificación LEED (Liderazgo en Eficiencia Energética y Diseño Sustentable por sus siglas en inglés) es conocida a nivel mundial por su aporte al desarrollo de construcciones sustentables.
Cada día son más los subsistemas que incluyen aplicaciones para la gestión de los elementos que forman parte de las instalaciones de una edificación, desde los sistemas que no tienen mucho sentido sin un software de gestión, como el control de acceso, hasta aplicaciones de gestión del sistema de multimedia, pasando por los software de gestión de la iluminación, climatización, ascensores, bombeo de agua, sistema de riego, medición de consumos, persianas, entre otros; por lo que definir cuáles son las aplicaciones que realmente se necesitan para una instalación puede ser una interrogante difícil de responder por los directores o propietarios del proyecto, estos últimos son los que tienen la tarea de tomar decisiones que podrían generar derroche de los recursos económicos que se poseen para la ejecución de la obra.
En la ejecución de un diseño o construcción de una obra es fundamental la fase de conceptualización y dimensionamiento de las instalaciones que formarán parte de la misma, es trivial para los constructores la necesidad de realizar este dimensionamiento desde el punto de vista arquitectónico y para cada una de las especialidades “tradicionales” o comunes, como por ejemplo sistemas de suministro de energía, iluminación, climatización, sistema de bombeo, ventilación forzada, protección contra incendio y otros subsistemas considerados como “básicos”, no obstante esto no ocurre en lo que muchos gerentes de obra denominan tecnología y que nosotros identificamos como integración o simplemente gestión. Cada vez es más común que los constructores identifiquen la necesidad de contar con la documentación que les brinde una referencia de las exigencias mínimas que deben cubrir cada uno de los subsistemas en lo que respecta a este tema.
A partir de octubre de este año todos los proyectos que postulen a la certificación LEED, deberán implementar los parámetros establecidos en la versión LEED v4.
Tal como se explicó en la primera parte de este artículo, es necesario que en nuestro país sea promovido el desarrollo de verdaderas prácticas de eficiencia energética, creando para esto una norma que permita establecer los requisitos que cualquier edificación a ser construida debe cumplir para ser considerada sostenible.