Internet of Things o IoT por sus siglas en inglés, es un concepto un poco abstracto, lo subrayo porque al final veremos mi opinión al respecto. Este concepto ha estado ganando bastante popularidad en los últimos meses. La idea que intenta representar queda bastante bien ilustrada por su nombre, cosas cotidianas que se conectan a Internet, pero en realidad se trata de mucho más que eso.
Cuando hablamos de hardware libre, nos referimos a todos aquellos recursos de hardware cuyas especificaciones de diseño y funcionamiento sean accesibles al público general, de tal manera que cualquier persona con los conocimientos técnicos y herramientas necesarios se permita desde programar controladores, librerías y aplicaciones para hacer funcionar el dispositivo de la manera deseada, hasta armar copias de dichos dispositivos para su uso y disfrute. En sí, se trata de crear diseños de dispositivos de hardware y compartirlos con personas interesadas en ello.
La data es recolectada a través de sensores instalados en postes de iluminación, tuberías de agua, autos, autobuses, trenes, etc. Las ciudades inteligentes utilzan el Big Data para ayudar a la comunidad a través de técnicas avanzadas de analítica en dicha data.
Hoy en día con el surgimiento del Internet de las Cosas (ya sea para usos educacionales, comerciales, industriales o de entretenimiento) se hace cada vez mas necesario una interconexión entre estas cosas de una manera mas directa, eficiente y fiable. Esto conlleva como consecuencia final el tener una mejor escalabilidad en cuanto al número de dispositivos a usar, y aún así seguir contando con la robustez necesaria para que la información crucial llegue a todos los nodos conservando requisitos de baja potencia.
En la actualidad, el desarrollo de software ha tomado un papel muy importante en el desarrollo de una empresa, ya que de una u otra forma, sus productos están ligados a un software, muchas empresas de tecnología dependen de ello. Sin embargo, si dicho software no está bien desarrollado, esto podría llevar a la empresa por un mal camino y sus productos perderían credibilidad.
El gran impulso tecnológico al que solemos referirnos bajo el término Big Data ha revolucionado el entorno empresarial. Existe una demanda generalizada de sistemas con una inteligencia avanzada (IA), equivalente a la de un humano, que sean capaces de procesar esos datos. Esto está ocurriendo en prácticamente todos los sectores, pues es rara la actividad empresarial o de la administración pública que no se pueda beneficiar de un análisis inteligente y automatizado de los datos.