Las ciudades históricamente han definido a las sociedades a lo largo y ancho de nuestro planeta, plantear una definición exacta es una tarea compleja puesto que está sujeta diversas interpretaciones, sin embargo como ejercicio es posible describirlas para así darle sentido a un entorno en el cual millones de personas hacen vida diariamente.
Un interior sostenible nace como respuesta a la preocupación y a la sensibilidad de el/los usuario/s por crear un espacio habitable, saludable, que se encuentre en armonía con el ambiente.
A principios de siglo pasado Le Corbusier planteó soluciones habitacionales para resolver el problema de la vivienda en pleno éxodo migratorio hacia las ciudades industriales del momento.
La certificación LEED (Liderazgo en Eficiencia Energética y Diseño Sustentable por sus siglas en inglés) es conocida a nivel mundial por su aporte al desarrollo de construcciones sustentables.
La sociedad actual se enfrenta a unos retos que amenazan con cambiar el mundo tal como hoy lo conocemos. Los avances tecnológicos marcan la pauta de este crecimiento acelerado en la ya denominada “Era de la Información”.
A partir de octubre de este año todos los proyectos que postulen a la certificación LEED, deberán implementar los parámetros establecidos en la versión LEED v4.
Las disposiciones consideradas en el diseño, uso de materiales y métodos constructivos, están elevando el costo, escasez de materiales y recursos naturales, esto representa un factor de presión sobre la calidad ambiental local y global.
Tal como se explicó en la primera parte de este artículo, es necesario que en nuestro país sea promovido el desarrollo de verdaderas prácticas de eficiencia energética, creando para esto una norma que permita establecer los requisitos que cualquier edificación a ser construida debe cumplir para ser considerada sostenible.
LEED es un programa de evaluación que reúne diferentes medidas con la intención de incorporar atributos sustentables a los proyectos.
Si bien es cierto que las necesidades actuales y futuras en relación a la energía se encuentran enfocadas en base a dos lineamientos muy importantes como lo son el uso racional y consciente de la energía (Eficiencia Energética) y el implementar energías renovables, con el fin de obtener una instalación eléctrica eficiente (industriales, residenciales, comerciales, etc.). Donde el primero de estos lineamientos (la eficiencia energética), desde un punto de vista técnico plantea dentro de su ciclo de vida la mejora de la productividad o la optimización del consumo mediante la incorporación del control y automatización.
En la gestión de proyectos de construcción se requiere de metodologías que estimulen el uso eficiente de los recursos y que además, permitan un acceso rápido e interactivo a la información. En este sentido, el Building Information Modelling o Modelado de Información para la Construcción, mejor conocido como BIM, es una herramienta que cumple con estas características al permitir la generación y gestión de datos de un edificio en tiempo real. Aunque ofrece múltiples ventajas, tal y como veremos más adelante, primero es necesario conocer su definición.