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En la actualidad, existen millones de soluciones tecnológicas desarrollándose diariamente. Los nuevos tiempos exigen cada vez más la automatización de los procesos de todas las áreas del desempeño y la vida de los seres humanos.

Esta exigencia permanente, requiere que las organizaciones que desarrollan tecnologías, busquen metodologías, procesos y marcos de trabajo que los ayuden a generar productos y servicios de calidad en tiempos efectivos, que puedan ser incorporados al mercado rápidamente y que generen valor a la sociedad.

Las organizaciones a nivel mundial, han estado evaluando sus procesos de desarrollo, y se ha encontrado que según el último estudio de Morgan Philips, el 86% de las empresas cree que la agilidad es crucial para el éxito en el desarrollo de sus productos o servicios.

La agilidad es una cultura de solución a problemas aplicadas al desarrollo de un producto o servicio, cuyo objetivo primordial es la adaptación a los cambios por encima de la planificación. Dentro de esta cultura, se consolidan estructuras de equipo y las actitudes que hacen muy fácil la comunicación entre los ingenieros de hardware y software, los gerentes, clientes y stakeholders.

Dentro de los valores de la agilidad se encuentran:

• Valorar más a los individuos y sus interacciones que a los procesos y las herramientas.
• Valorar más el software/hardware funcionando que la documentación exhaustiva.
• Valorar más la colaboración con el cliente que la negociación contractual.
• Valorar más la respuesta ante el cambio que seguir un plan.

Estos valores permiten tener una gerencia flexible que asegura el incremento de producto de forma continua, ya que los procesos son cortos, discutidos, consensuados, estimados, priorizados y evaluados por todos los involucrados.

Los principios de la agilidad, según el Agile Manifesto establecido en marzo de 2001 son: 

1. La principal prioridad es satisfacer al cliente a través de la entrega temprana y continua de software de valor.
2. Son bienvenidos los requisitos cambiantes, incluso si llegan tarde al desarrollo. Los procesos ágiles se doblegan al cambio como ventaja competitiva para el cliente.
3. Entregar con frecuencia software/hardware que funcione, en periodos de un par de semanas hasta un par de meses, con preferencia en los periodos breves.
4. Las personas del negocio y los desarrolladores deben trabajar juntos de forma cotidiana a través del proyecto.
5. Construcción de proyectos en torno a individuos motivados, dándoles la oportunidad y el respaldo que necesitan y procurándoles confianza para que realicen la tarea.
6. La forma más eficiente y efectiva de comunicar información de ida y vuelta dentro de un equipo de desarrollo es mediante la conversación cara a cara.
7. El software que funciona es la principal medida del progreso.
8. Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenido. Los patrocinadores, desarrolladores y usuarios deben mantener un ritmo constante de forma indefinida.
9. La atención continua a la excelencia técnica enaltece la agilidad.
10. La simplicidad como arte de maximizar la cantidad de trabajo que se hace, es esencial.
11. Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos que se autoorganizan.
12. En intervalos regulares, el equipo reflexiona sobre la forma de ser más efectivo y ajusta su conducta en consecuencia.

Rescatando un poco los principios del Agile Manifesto, es de suma importancia resaltar que en los equipos de desarrollo de tecnologías, existe una brecha importante entre el cliente y los colaboradores del equipo, donde normalmente es un esquema piramidal en el que el cliente impone el producto, los gerentes analizan y bajan las líneas y los colaboradores ejecutan. Sin embargo, en la agilidad adopta al cliente como parte del equipo de colaboradores y trabaja para eliminar la actitud de “nosotros y ellos” donde se separan los intereses de realizar un producto de calidad.

Hay muchas ventajas en un equipo ágil. Entre ellas, se puede mencionar la flexibilidad de los entornos de trabajo, donde los colaboradores se permiten ejecutar sus tareas establecidas dentro de su propia comodidad, por ejemplo ampliando los espacios de trabajo y la idea de teletrabajo o desarrollo remoto. También se puede mencionar la flexibilidad de las horas productivas de trabajo y los horarios, autogestión de las actividades y estimación de tiempo según la complejidad de las mismas, entre otras.

Los equipos ágiles son reconocidos por ser altamente eficientes en realizar el trabajo. Generalmente comparten una cultura colaborativa, donde la eficiencia tiende a tener un efecto en cascada porque todos los actores se apoyan entre sí.

Estas ventajas, se traducen en beneficios para la organización, como mejora en la eficiencia del equipo, mejoras en la comunicación, satisfacción de los colaboradores y mayor compromiso y lealtad, capacidad de los colaboradores para adaptarse a los cambios y a las eventualidades diarias, y por último y con mayor importancia un producto de mayor calidad.

Adoptar una gestión ágil en la organización, en sus diferentes marcos de trabajo como Scrum o Kanban (que son actualmente las más populares), incluye la entrega incremental del producto. Y cuando  se acopla con otras prácticas ágiles, como las pruebas unitarias continuas o pruebas funcionales de aseguramiento de calidad, el costo de hacer un cambio disminuye, por lo tanto las organizaciones reducen tiempo y dinero en el desarrollo de sus productos/servicios.

En conclusión, la agilidad trabaja de un modo más eficiente y rápido, y con ello, se cumple de forma estricta el presupuesto y los plazos pactados, además es la clave para la innovación y la rápida adaptabilidad. Mediante el uso de métodos ágiles en la Gestión de la Innovación, los cambios se pueden anticipar en una fase muy temprana y los productos y servicios exitosos se pueden comercializar más rápidamente y con alta calidad. La agilidad es, por tanto, un factor esencial para mantener la competitividad y, por tanto, para la supervivencia de las organizaciones.

Realizado por:
Ing. Mariel Guanipa
mguanipa@innotica.net

Referencias Bibliográficas:

• El Manifiesto Ágil. Scrum Manager, Body of Knowledge. (Abril, 2014)
• Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software. Recuperado de: http://agilemanifesto.org/iso/es/manifesto.html

* Este blog es de divulgación, por lo tanto Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de la empresa.