Agua y Tecnologia. - Una necesidad para mejorar el servicio publico en ciudades

12 February 2020 04:42 PM por Jonny Cabrera

Ciudad inteligente

 

El agua es un recurso natural renovable y vital para el desarrollo de las actividades que todos los seres humanos llevamos a cabo día a día. Nuestro planeta esta compuesto en un 70% por agua, sin embargo, no toda esa agua es dulce. El 97% del agua en el planeta es representado por mares y océanos, lo que denominamos agua salada. Por otro lado, ese 3% restante de agua dulce en su mayoría equivale a masas congeladas en los polos y glaciares. Por lo tanto, el resto de agua que normalmente se usa para consumo humano es apenas un 1% de toda el agua del planeta.

Cuando abrimos una llave, tomamos una ducha, regamos el jardín o simplemente tomamos un vaso de agua, muy pocas veces nos preocupamos de donde viene esa agua que consumimos o cual es su calidad, porque sencillamente es un servicio que brindan los centros urbanos a sus habitantes y por eso damos por sentado que debe ser así. El acceso al agua de calidad es un derecho y, por lo tanto, todos los seres humanos debemos contar con él. Ahora bien, en la práctica realmente no es así.

Más allá de las características particulares de cada país de la región, la problemática del servicio de agua es grave, el cambio climático incide peligrosamente en los patrones de clima considerados normales y por ende se modifican los denominados ciclos húmedos y secos. Poco a poco el implementar soluciones tecnológicas para el seguimiento y gestión de los sistemas de distribución de agua en las ciudades es cada vez más común.

Sin importar en que lugar del mundo nos encontremos, al hacer un recorrido por las calles de un centro urbano, es muy probable que se puedan apreciar botes de agua, en muchos casos de aguas blancas (destinadas al consumo humano).  La velocidad de respuesta es vital ante estos casos, mientras más rápido se solvente el problema se evita el derroche y retoma la continuidad del servicio. Lamentablemente, en Latinoamérica resolver un problema de esas características es algo lento, porque el acceso a la información en tiempo real limita enterarse de los problemas oportunamente y solo se vuelve relevante cuando el daño esta hecho. Un bote de agua prolongado, hace que se vean afectado otros sistemas como la vialidad o el servicio de agua en algún determinado sector.

Un sistema de gestión de agua es aquel que mantiene un seguimiento constante de las múltiples variables que componen al proceso, de esa manera se puede garantizar eficiencia en el servicio por medio de una operación y mantenimiento adecuados. El objetivo de esta integración tecnológica es minimizar la cantidad de interrupciones en el servicio y velar por la calidad del agua que llega a nuestro grifo. Siendo “calidad” la palabra clave, ya que no sirve de nada proveer un servicio si esté no cumple unos requerimientos mínimos,  un agua no apta para consumo humano es un peligroso canal de potenciales bacterias y patógenos que en muchos casos pueden desatar problemas de salud serios en la población.

Por este motivo, para los países toma mucha relevancia el promover la implementación de tecnología que ayude a mejorar el servicio. Es necesario recordar que la tecnología no es el fin, sino un medio para alcanzar metas que promuevan elevar la calidad de vida en las ciudades. Los sistemas de manejo y supervisión de agua en ciudades han dejado de ser considerados un lujo para ser adoptados como una necesidad. Es imperativo mejorar sustancialmente el servicio de distribución de agua, tanto así que existe un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS #6 – Agua limpia y de calidad) que mide no solo la presencia del servicio sino también promueve mejorar la calidad del mismo.

Las ciudades son entes complejos, vivos, en constante evolución y esto obliga a que se adapten a la aplicación de nuevas tecnologías que permitan desplegar sistemas para poder obtener información. Sin importar la filosofía que se imponga (de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba) al momento de plantear una solución tecnológica se debe resaltar que es necesario el trabajo conjunto del sector público, la empresa privada y el ciudadano. Si no hay coordinación entre esos tres sectores, sin importar el tipo de solución, la probabilidad de éxito disminuye considerablemente.

La tecnología avanza a pasos de gigante, de acuerdo a la ley de Moore cada 18 meses aproximadamente se duplica la capacidad de procesamiento, por ello cada vez nos sorprendemos con los nuevos equipos que se desarrollan para realizar mediciones remotas o afrontar nuevos retos al momento de pensar en formas creativas de abordar problemas. El IoT (Internet de las cosas) representa una revolución tecnológica para dimensionar soluciones de bajo impacto económico pero con una alta escalabilidad, lo que lo hace ideal para desarrollos en ciudades.

En el caso del agua como servicio público lo importante es considerar  al menos los siguientes puntos:

  • Medición de la calidad del agua en todo su recorrido, desde su recolección o aprovisionamiento hasta su salida en el grifo de la casa del consumidor final.
  • Medición del estado del servicio en tuberías principales y ramales, por medio de presión en las tuberías y flujo del líquido.
  • Medición del estado de los sistemas de bombeo en las estaciones.
  • Niveles de tanques intermedios.
  • Supervisión y control del estado de las electro-válvulas a lo largo del recorrido.

Finalmente, existe una frase que dice que “todo lo que se puede medir se puede controlar”, al poder contar la información proveniente de una red de sensores, detectores y actuadores desplegados a lo largo de un sistema como el agua en una ciudahd, se le da un uso real al big data y sus características (Volumen, Velocidad, Variedad de los datos, Veracidad de los datos, Viabilidad, Visualización de los datos, Valor de los datos) con lo que se podrán tomar las decisiones importantes en el momento oportuno para así mejorar realmente la calidad de servicio del agua, algo con lo que todos merecemos contar.

 

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Jonny Cabrera

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