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Las disposiciones consideradas en el diseño, uso de materiales y métodos constructivos, están elevando el costo, escasez de materiales y recursos naturales, esto representa un factor de presión sobre la calidad ambiental local y global.

Por otra parte, los gastos en el consumo de energía y agua como resultado de un diseño elaborado incorrectamente, tienen efectos tanto económicos como ambientales durante la vida útil de la edificación, inclusive después de ésta, es por esto que resulta de vital importancia tomar decisiones de inversión que incluyan desde un comienzo medidas de ahorro y eficiencia energética que permitan evitar gastos que se incrementen a lo largo del tiempo.

De lo mencionado anteriormente se extrae que es necesario promover en nuestro país verdaderas prácticas de eficiencia energética que incluyan el desarrollo y uso de fuentes de energía renovable. Estas prácticas deben llevar al desarrollo de edificaciones sustentables; desarrollo apoyado en una norma que establezca los requisitos que debe cumplir cualquier edificio para reducir a límites sostenibles su consumo de energía, indicando además, que una parte de este consumo derive de fuentes de energía renovable.

El marco normativo de nuestro país necesita un referente nacional que establezca las pautas básicas en materia de sustentabilidad que deben cubrir las edificaciones, esto con la finalidad de disminuir permanentemente su impacto ambiental, garantizando además que sean compatibles con estándares internacionales.

Elaborar una norma de este tipo permitirá fomentar el diseño y construcción de edificaciones bajo criterios de sostenibilidad, eficiencia y buen manejo de recursos, reduciendo de esta forma el consumo de recursos no renovables, combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Para desarrollar esta norma se debe empezar revisando con detalle la normatividad vigente, de esta revisión surgirá la necesidad de realizar modificaciones que establezcan estándares más estrictos, además de referirse a aspectos no previstos, asociados al ciclo de vida de la edificación y su impacto directo e indirecto en el medio ambiente.

En esta norma se deben indicar criterios y requerimientos ambientales mínimos que debe incluir una edificación sustentable, con la finalidad de contribuir en la mitigación del impacto ambiental y el aprovechamiento de los recursos naturales, sin descuidar los aspectos socioeconómicos que garanticen su viabilidad, habitabilidad e integración al entorno urbano y natural.

Para terminar se debe destacar que, la normativa a desarrollar debe ser resultado del esfuerzo en conjunto de aquellos sectores interesados en reducir la transición hacia prácticas de edificación sustentable que permitan contribuir a la protección del ambiente, la salud, confort y productividad de las personas.