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Tal como se explicó en la primera parte de este artículo (Parte I) es necesario que en nuestro país sea promovido el desarrollo de verdaderas prácticas de eficiencia energética, creando para esto una norma que permita establecer los requisitos que cualquier edificación a ser construida debe cumplir para ser considerada sostenible.

Para desarrollar esta norma es necesario revisar la normatividad vigente tanto en Venezuela como en América Latina en relación a la eficiencia energética y desarrollo de edificaciones sostenibles, tomando en cuenta que esta revisión general permitirá conocer que normativas o acciones se han desarrollo en este y otros países en relación a este tema.

En Venezuela existe la Ley de Uso Racional y Eficiente de la Energía, la cual se encuentra dedicada a promover tal como su nombre lo indica el uso racional y eficiente de la energía en procesos de producción, generación, transformación, transporte, distribución y comercialización, con la finalidad de resguardar los recursos naturales, minimizar el impacto tanto ambiental como social y contribuir con la eficiencia económica del país.

Por otro lado, en nuestro país son los Ministerios con competencia en materia de energía eléctrica, petróleo y minería, vivienda y hábitat los encargados de elaborar políticas de certificación que permitan garantizar el uso eficiente y racional de la energía en las edificaciones nuevas, así como para las ampliaciones y modificación de edificaciones que ya existen.

Cabe destacar que además, esta ley exhorta al Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de educación universitaria a impulsar en conjunto con las instituciones educativas el desarrollo de líneas curriculares para el establecimiento de especializaciones, postgrados y doctorados en materia de uso racional y eficiente de la energía, así como el aprovechamiento de fuentes de energía renovables.

Ahora bien, en nuestro país ha sido creada la Unidad de Gestión Energética de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (UGEFANB), unidad que tiene como misión llevar a cabo planes y estrategias de orden técnico y administrativo que permitan crear mecanismos de control de ahorro energético para la FANB, esta tiene como principal objetivo concientizar al personal militar y cívico del Sector Defensa, instaurando medidas de conservación de energía para satisfacer las necesidades de la forma más eficiente, describiendo los sistemas de acondicionadores de aire, refrigeración, iluminación, sistemas de bombeo de agua, elevación y transporte, equipos de oficina u computación.

Para cada uno de estos sistemas se dictan algunas recomendaciones para el consumo eficiente y ahorro de energía, tomando como principales mantener conectados los equipos únicamente cuando se estén utilizando, realizar el mantenimiento de los mismos, reemplazar equipos por otros de menor consumo, dejando sin especial atención estrategias de control que podrían influir notoriamente en el ahorro de energía, pasando estas a un segundo plano cuando deberían ser las recomendaciones principales de estos planes.

Por otra parte, en Colombia el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), desarrolló a partir de una alianza entre el sector privado y la academia una guía de referencia para el diseño y construcción de viviendas sostenibles denominada CASA Colombia, esta iniciativa tiene como objetivo ofrecer a la industria de la construcción en dicho país una herramienta que se encuentre alineada con las políticas nacionales de crecimiento verde que se están llevando a cabo. La iniciativa CASA Colombia cuenta con siete categorías, las cuales fueron determinadas luego de realizar un estudio exhaustivo de requerimientos prioritarios de sostenibilidad en el país.

Por su parte, en Ecuador el Instituto Ecuatoriano de Normalización ha desarrollado la Norma Técnica Ecuatoriana NTE INEN 2506:2009 denominada Eficiencia Energética en Edificaciones: Requisitos, esta norma tiene como principal objetivo indicar los requisitos que debe cumplir un edificio para reducir su consumo de energía y conseguir además que parte de este consumo provenga de fuentes de energía renovable.

Conociendo un poco más de lo que se ha y se está desarrollando en otros países es necesario destacar que en el nuestro queda mucho trabajo por hacer para desarrollar una normativa que vele por la construcción de verdaderas edificaciones sustentables, es necesario revisar a detalle todo el marco normativo vigente, iniciativas de universidades, entes públicos y privados, todo para unificar criterios y desarrollar una norma que permita orientar a los constructores.